miércoles, 14 de diciembre de 2016

Escuelas de Filosofía griega

Posted By: lui fer - 1:35 p.m.

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1) La escuela jonia, 2) La escuela pitagórica, 3) La escuela eleática, 4) Los sofistas, 5) Sócrates, 6) Platón, 7) Neoplatonismo, 8) Aristóteles, 9) Estoicismo, 10) Epicureísmo, 11) Escepticismo.


Entre los años 600 y el 200 a.C., la filosofía griega fue el fundamento de toda la filosofía en el occidente. Las hipótesis de los antiguos griegos vieron a futuro con diversas teorías de la ciencia moderna, incluso muchas de las ideas morales elaboradas por los filósofos griegos han sido incorporadas a la doctrina moral cristiana. Las ideas políticas desarrolladas por los pensadores griegos han influenciado a muchos líderes políticos a lo largo de la historia en todo el mundo.

La escuela jonia

La filosofía griega es divisible entre aquellos filósofos que buscaban una explicación del mundo basándose en lo físico y los materiales que lo componen y quienes subrayaban la importancia de los entes  inmateriales o ideas(lo no palpable). La primera escuela importante de la filosofía griega, la jonia o milesia, era en gran parte materialista. Fundada por Tales de Mileto en el siglo VI a.C., partió de la creencia de Tales según la cual el agua es la sustancia de la que procede toda materia. Anaximandro ofreció una idea más elaborada y mantuvo que la base de toda materia es una sustancia inagotable que se transforma en todos los materiales que conocemos pero nunca desaparece. Esas formas, a su vez, cambian y se funden en otras de acuerdo con la regla de la justicia, es decir, una especie de equilibrio. Heráclito consideraba que el fuego es la fuente primordial de la materia, pero creía que el mundo entero está en constante cambio y que la mayoría de los objetos y sustancias se producen por la unión de principios opuestos. Consideraba el alma, por ejemplo, como una mezcla de fuego y agua. El concepto de nous (inteligencia), sustancia infinita e inmutable que penetra y controla cada objeto viviente, fue desarrollado por Anaxágoras, que también pensaba que la materia consistía en partículas en una escala pequeña o átomos. Compendió la filosofía de la escuela jonia al proponer un principio no físico director, junto a una base materialista de la existencia.

La escuela pitagórica

La división entre idealismo y materialismo se hizo más clara con el paso del tiempo y a través de nuevas ideas. Pitágoras destacó la importancia de la forma sobre la materia al explicar la estructura material de las cosas. La escuela pitagórica también influyó mucho en la importancia del alma, considerando al cuerpo como una simple jaula momentánea del alma.

Entre los más influyentes de la escuela se encuentran:

* Pitágoras (c. 582-c. 500 a.C.), filósofo y matemático griego, cuyas doctrinas influyeron mucho en Platón. Nacido en la isla de Samos, Pitágoras fue instruido en las enseñanzas de los primeros filósofos jonios Tales de Mileto, Anaximandro y Anaxímenes. Se dice que Pitágoras había sido condenado a exiliarse de Samos por su aversión a la tiranía de Polícrates. Hacia el 530 a.C. se instaló en Crotona, una colonia griega al sur de Italia, donde fundó un movimiento con propósitos religiosos, políticos y filosóficos, conocido como pitagorismo. La filosofía de Pitágoras se conoce sólo a través de la obra de sus discípulos. Doctrinas básicas. Los pitagóricos asumieron ciertos misterios, similares en muchos puntos a los enigmas del orfismo. Aconsejaban la obediencia y el silencio, la abstinencia de consumir alimentos, la sencillez en el vestir y en las posesiones, y el hábito del autoanálisis. 

* Parménides (vivió sobre el 500 a.C.), filósofo griego, considerado por muchos eruditos como el miembro más importante de la escuela eleática. Se dice que visitó Atenas a la edad de 65 años, y que en tal ocasión Sócrates, entonces un hombre joven, le oyó hablar. Parménides expuso su filosofía en forma de versos y su única obra que ha perdurado se nutre de extensos fragmentos de un poema didáctico, Sobre la naturaleza. En esta reflexión aboga por la existencia del Ser absoluto,cuya no existencia Parménides declaraba resultar inconcebible, pero cuya naturaleza admitía ser también inconcebible, ya que el Ser absoluto está disociado de toda limitación bajo la cual piensa el ser humano. Parménides mantenía que los fenómenos de la naturaleza son sólo aparentes y debidos en esencia al error humano; parecen existir, pero no tienen entidad real. 

* Zenón de Elea (fl. siglo V a.C.), matemático y filósofo de la escuela eleática, conocido por sus paradojas filosóficas. Zenón nació en Elea, al suroeste de Italia. Llegó a ser el discípulo predilecto del filósofo griego Parménides y le acompañó a Atenas cuando tenía 40 años. En Atenas, Zenón enseñó filosofía durante algunos años, concentrándose en el sistema eleático de metafísica. El estadista ateniense Pericles y Calias estudiaron con él. Zenón regresó más tarde a Elea y, según cuenta la tradición, se unió a una conspiración para librar a su ciudad nativa del tirano Nearcco; la conspiración fracasó y Zenón fue torturado con dureza, pero se negó a delatar a sus compañeros. 

Los sofistas

El “materialismo” aplicado a la vida diaria inspiró la filosofía de un grupo conocido como los sofistas, que surgió en el siglo V a.C. Haciendo énfasis en la importancia lo percibible por el hombre en su entotno, sofistas como Protágoras dudaban del hecho en que la humanidad pudiera ser capaz de alcanzar nunca la verdad objetiva a través de la razón, y defendían que el éxito material, en lugar de la verdad, debía ser el propósito de la vida:

Entre los Eruditos más importantes de esta escuela se encuentran:

* Protágoras (c. 480-c. 411 a.C.), filósofo griego, nacido en Abdera, Tracia. En el 445 a.C. se estableció en Atenas, donde llegó a ser amigo de Pericles y consiguió gran fama como maestro y filósofo. Fue el primer pensador en llamarse a sí mismo sofista y en enseñar a cambio de dinero, recibiendo grandes sumas de sus alumnos. Enseñó gramática, retórica e interpretación de la poesía. Sus obras principales, de las que sólo perduran algunos fragmentos, fueron tituladas Verdad y Sobre los dioses. El fundamento toda su reflexión fue que nada es bueno o malo, verdadero o falso, y que cada persona es, por tanto, su propia autoridad última; esta creencia se resume en su frase: "El hombre es la medida de todas las cosas". Acusado de impiedad, Protágoras se exilió, pereciendo ahogado en el transcurso de su viaje a Sicilia. Dos célebres diálogos de Platón, Teeteto y Protágoras, contrariaron los fundamentos bases de Protágoras .


* Gorgias (c. 485-c. 380 a.C.), retórico griego y filósofo sofista. Nacido en Leontini, Sicilia, Gorgias ejerció como embajador en Atenas en el 427 a.C., donde más tarde se estableció para practicar y enseñar el arte de la retórica. Como retórico, fue de los primeros en introducir la cadencia en la prosa y en utilizar lugares comunes en los argumentos. Es el personaje del título del diálogo Gorgias de Platón, donde Sócrates discute sobre la retórica falsa y verdadera, y sobre la retórica entendida como el arte de la adulación. La filosofía de Gorgias es nihilista y está expresada en tres proposiciones: nada existe; si algo existe, no puede ser conocido; si algo existe y puede ser conocido, no puede ser comunicado. Las obras de Gorgias que han llegado hasta nosotros son El elogio a Helena y La apología de Palamedes. Murió en Tesalia a la edad de 105 años.

Sócrates

En contraste con las opiniones sofistas se mostraban las ideas de Sócrates, con quien se presume la filosofía griega alcanzó su cima. Su objetivo reconocido fue "cumplir la misión del filósofo de buscar dentro de mí mismo y de los demás hombres". El método de Sócrates era después de plantear una proposición, hacía una serie de preguntas destinadas a analizar y aclarar la proposición examinando sus consecuencias y comprobando si coincidía con los hechos conocidos. Sócrates describió el alma no en términos de misticismo, sino como "aquello en virtud de lo cual se nos califica de sabio o de loco, bueno o malo". En otras palabras, Sócrates consideraba el alma como una combinación de la inteligencia y el carácter de un individuo. 

Sócrates (c. 470-c. 399 a.C.), filósofo griego fundador de la filosofía moral, o axiología que ha tenido gran peso en la filosofía o por su influencia sobre Platón. Nacido en Atenas, hijo de Sofronisco, un escultor, y de Fenareta, una comadrona, recibió una educación regular en literatura, música y gimnasia. Luego  se familiarizó con la retórica y la dialéctica de los sofistas, las especulaciones de los filósofos jonios y la cultura general de la Atenas de Pericles. Al principio, Sócrates siguió el trabajo de su padre; realizó un conjunto de estatuas, que estuvieron en la entrada de la Acrópolis.

Sócrates creía en la superioridad de la discusión sobre la escritura y por lo tanto pasó la mayor parte de su vida de adulto en los mercados y plazas públicas de Atenas, diálogando y discutiendo con todo aquel que quisiera escucharle, y a quienes solía responder mediante preguntas. Un método denominado “mayeútica”, o también el arte de alumbrar los espíritus, es decir, lograr que el interlocutor descubra sus propias verdades. Según los testimonios de su época, Sócrates era poco agraciado y corto de estatura, elementos que no le impedían actuar de forma audaz y gran dominio de sí mismo. Apreciaba mucho la vida y alcanzó popularidad social por su viva inteligencia y un sentido del humor agudo donde no brillaban la sátira o cinismo.

Actitud hacia la política

 Sócrates fue obediente con las leyes de Atenas, pero en general evitaba la política, contenido por lo que él llamaba una advertencia divina. Creía que había recibido una llamada para ejercer la filosofía y que podría servir mejor a su país dedicándose a la enseñanza y persuadiendo a los atenienses para que hicieran examen de conciencia y se ocuparan de su alma. No escribió ningún libro ni tampoco fundó una escuela de filosofía. Todo lo que se sabe con certeza sobre su personalidad y su forma de pensar se extrae de los trabajos de dos de sus discípulos más notables: Platón, que atribuyó sus propias ideas a su maestro y el historiador Jenofonte, un escritor prosaico que quizá no consiguió comprender muchas de las doctrinas de Sócrates. Platón describió a Sócrates escondiéndose detrás de una irónica profesión de ignorancia, conocida como ironía socrática, y poseyendo una agudeza mental y un ingenio que le permitían entrar en las discusiones con gran facilidad.

Enseñanzas 

La contribución de Sócrates a la filosofía ha sido de un marcado tono ético. La base de sus enseñanzas y lo que inculcó, fue la creencia en una comprensión objetiva de los conceptos de justicia, amor y virtud y el conocimiento de uno mismo. Creía que todo vicio es el resultado de la ignorancia y que ninguna persona desea el mal; a su vez, la virtud es conocimiento y aquellos que conocen el bien, actuarán de manera justa. Su lógica hizo hincapié en la discusión racional y la búsqueda de definiciones generales, como queda claro en los escritos de su joven discípulo, Platón, y del alumno de éste, Aristóteles. A través de los escritos de estos filósofos Sócrates incidió mucho en el curso posterior del pensamiento especulativo occidental.

Otro pensador y amigo influenciado por Sócrates según la historia fue Antístenes, el fundador de la escuela cínica de filosofía. Sócrates también fue maestro de Aristipo, que fundó la filosofía cirenaica de la experiencia y el placer, de la que surgió la filosofía más elevada de Epicuro. Tanto para los estoicos como el filósofo griego Epicteto, como para el filósofo romano Séneca el viejo y el emperador romano Marco Aurelio, Sócrates representó la personificación y la guía para alcanzar una vida superior.

El juicio

 Aunque fue un patriota y un hombre de profundas convicciones religiosas, Sócrates sufrió sin embargo la desconfianza de muchos de sus contemporáneos, a los que les disgustaba su actitud hacia el Estado ateniense y la religión establecida. Fue acusado de despreciar a los dioses del Estado y de introducir nuevas deidades, una referencia al daemonion, o voz interior mística, a la que Sócrates aludía a menudo. También fue acusado de corromper la moral de la juventud, alejándola de los principios de la democracia y se le confundió con los sofistas, tal vez a consecuencia de la caricatura que realizó de él el poeta cómico Aristófanes en la comedia Las nubes representándole como el dueño de una "tienda de ideas" en la que se enseñaba a los jóvenes a hacer que la peor idea apareciera como la mejor.

Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio; una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la sentencia sólo logró una escasa mayoría. Cuando, de acuerdo con la práctica legal de Atenas, Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre dotado de una misión filosófica, enfadó tanto al jurado que éste volvió a votar a favor de la pena de muerte por una abultada mayoría.Los amigos de Sócrates planearon su huida de la prisión pero prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus últimos días con sus amigos y seguidores, como queda recogido en la obra Fedón de Platón, y durante la noche cumplió su sentencia bebiendo una copa de cicuta siguiendo el procedimiento habitual de ejecución. Estaba casado con Jantipa, una mujer de reconocido mal genio y tenía tres hijos.

Platón y Aristóteles

El idealismo de Sócrates fue organizado por Platón. En su teoría de las ideas, Platón sostuvo que los objetos del mundo real son meras sombras de las formas eternas o ideas. Las únicas e inmutables ideas, las formas eternas, pueden ser objeto del conocimiento verdadero; la percepción de sus sombras, es decir, el mundo tal y como se oye, ve y siente, es una simple opinión. La meta del filósofo, decía, es conocer las formas eternas e instruir a los demás en este conocimiento.

La teoría del conocimiento de Platón está implícita en su teoría de las ideas. Sostenía que tanto los objetos materiales percibidos como el individuo que los percibe están en constante cambio; pero, como el conocimiento se relaciona tan sólo con los objetos inmutables y universales, el conocimiento y la percepción son diferentes en esencia.

En lugar de las ideas de Platón, que poseen entidad propia y eterna, Aristóteles propuso una serie de conceptos que representan las propiedades comunes de cualquier grupo de objetos reales. Los conceptos, a diferencia de las ideas de Platón, no tienen existencia fuera de los objetos que representan. Más cerca del pensamiento de Platón se hallaba la definición aristotélica de forma, como una distinguible propiedad de la materia, pero con una existencia independiente de la de los objetos en los que se encuentra. Al describir el universo material, Aristóteles afirmó que consiste en los cuatro elementos, fuego, aire, tierra y agua, más un quinto elemento que existe en todas partes y es el único constitutivo de todos los cuerpos celestiales.

En los escritos de Platón y Aristóteles las tendencias dominantes de idealismo y materialismo en la filosofía griega alcanzaron, en uno u otro caso, su más alta expresión, dando lugar a un cuerpo de pensamiento que sigue ejerciendo una fuerte influencia sobre la investigación filosófica. La filosofía griega posterior, que refleja un periodo histórico de agitación civil y de inseguridad individual, se preocupó menos por la naturaleza del mundo que por los problemas individuales. Durante ese periodo surgieron cuatro grandes escuelas filosóficas, en gran parte materialistas e individualistas: la de los cínicos, y la de los que se adhirieron al epicureísmo, escepticismo y estoicismo.


Platón (c. 428-c. 347 a.C.), filósofo griego, uno de los pensadores más creativos e influyentes de la filosofía occidental.

Vida Platón nació en el seno de una familia aristocrática e influyente en Atenas. Su padre, Aristón, era al parecer, descendiente de los primeros reyes de Atenas. Perictione, su madre, estaba emparentada con el legislador del siglo VI a.C. Solón. Su padre murió cuando aún era un niño y su madre se volvió a casar con Pirilampes, colaborador del estadista Pericles.

De joven, Platón tuvo ambiciones políticas, pero se desilusionó con los gobernantes de Atenas. Más tarde se proclamó discípulo de Sócrates, aceptó su filosofía y su forma dialéctica de debate: la obtención de la verdad mediante preguntas, respuestas y más preguntas. Aunque se trata de un episodio muy discutido, que algunos estudiosos consideran una metáfora literaria sobre el poder, Platón fue testigo de la muerte de Sócrates durante el régimen democrático ateniense en el año 399 a.C. Temiendo tal vez por su vida, abandonó Atenas algún tiempo y viajó a Italia, Sicilia y Egipto.

En el año 387 Platón fundó en Atenas la Academia, institución a menudo considerada como la primera universidad europea. Ofrecía un amplio plan de estudios, que incluía materias como astronomía, biología, matemáticas, teoría política y filosofía. Aristóteles fue su alumno más destacado.

Ante la posibilidad de conjugar la filosofía y la práctica política, Platón viajó a Sicilia en el año 367 a.C. para ser tutor del nuevo gobernante de Siracusa Dionisio el Joven. El experimento fracasó. Platón regresó a Siracusa en el año 361 a.C., pero una vez más su participación en los acontecimientos sicilianos tuvo poco éxito. Pasó los últimos años de su vida dando conferencias en la Academia y escribiendo. Murió próximo a los 80 años en Atenas en el año 348 o 347 a.C.

Obra Los escritos de Platón adoptaban la forma de diálogos, donde se exponían ideas filosóficas, se discutían y se criticaban en el contexto de una conversación o un debate en el que participaban dos o más personas. El primer grupo de escritos de Platón incluye 35 diálogos y 13 cartas. Se ha cuestionado la autenticidad de algunos diálogos y de la mayoría de las cartas.

Primeros diálogos Los diálogos se pueden dividir en tres etapas de composición. La primera representa el intento que hizo Platón de comunicar la filosofía y el estilo dialéctico de Sócrates. Algunos de esos diálogos tienen el mismo argumento. Sócrates se encuentra con alguien que dice saber mucho, manifiesta ser ignorante y pide ayuda al que afirma saber. Sin embargo, conforme Sócrates empieza a hacer preguntas, se hace patente que quien se dice sabio realmente no sabe lo que afirma saber y que Sócrates aparece como el más sabio de los dos personajes porque, por lo menos, él sabe que no sabe nada. Ese conocimiento, por supuesto, es el principio de la sabiduría. Dentro de este grupo de diálogos se encuentran Cármides (un intento por definir la templanza), Lisis (una discusión sobre la amistad), Laques (una búsqueda del significado del valor), Protágoras (una defensa de la tesis de que la virtud es conocimiento y que es posible aprenderla), Eutifrón (una consideración sobre la naturaleza de la piedad), y el libro I de La República (una discusión sobre la justicia).

Diálogos intermedios y últimos Los diálogos de los periodos intermedio y último de la vida de Platón reflejan su propia evolución filosófica. Las ideas de esas obras se atribuyen al propio Platón, aunque Sócrates sigue siendo el personaje principal en muchos diálogos. Los escritos del periodo intermedio abarcan los de Gorgias (una reflexión sobre distintas cuestiones éticas), Menón (una discusión sobre la naturaleza del conocimiento), Apología (la defensa que hizo Sócrates de sí mismo durante el juicio en el que fue acusado de ateísmo y corrupción de la juventud ateniense), Crátilo (la defensa de Sócrates de la obediencia a las leyes del Estado), Fedro (escena de la muerte de Sócrates, en la que discute sobre la teoría de las ideas, la naturaleza del alma y la cuestión de la inmortalidad), El Banquete (destacada realización dramática de Platón que contiene varios discursos sobre la belleza y el amor) y La República (máxima obra filosófica de Platón, que es una detallada discusión sobre la naturaleza de la justicia).

Entre los trabajos del último periodo se encuentran Teeteto (una negación de que el conocimiento tiene que ser identificado con el sentido de percepción), Parménides (una evaluación crítica de la teoría de las ideas), Sofista (una reflexión posterior sobre las ideas o las formas), Filebo (discusión sobre la relación entre el placer y el bien), Timeo (ideas de Platón sobre las ciencias naturales y la cosmología), y Leyes (un análisis más práctico de las cuestiones políticas y sociales).

Teoría de las ideas En el centro de la filosofía de Platón está su teoría de las formas o de las ideas. En el fondo, su idea del conocimiento, su teoría ética, su psicología, su concepto del Estado y su perspectiva del arte deben ser entendidos desde esta perspectiva.

Teoría del conocimiento La teoría de las ideas de Platón y su teoría del conocimiento están tan interrelacionadas que deben tratarse juntas. Influido por Sócrates, Platón estaba persuadido de que el conocimiento se puede alcanzar. También estaba convencido de dos características esenciales del conocimiento. Primera, el conocimiento debe ser certero e infalible. Segunda, el conocimiento debe tener como objeto lo que es en verdad real en contraste con lo que lo es sólo en apariencia. Ya que para Platón lo que es real tiene que ser fijo, permanente e inmutable, identificó lo real con la esfera ideal de la existencia en oposición al mundo físico del devenir. Una consecuencia de este planteamiento fue el rechazo de Platón del empirismo, la afirmación de que todo conocimiento se deriva de la experiencia. Pensaba que las proposiciones derivadas de la experiencia tienen, a lo sumo, un grado de probabilidad. No son ciertas. Más aun, los objetos de la experiencia son fenómenos cambiantes del mundo físico, por lo tanto los objetos de la experiencia no son objetos propios del conocimiento.

La teoría del conocimiento de Platón se expone en La República, en concreto en su discusión sobre la imagen de la línea divisible y el mito de la caverna. En la primera, Platón distingue entre dos niveles de saber: opinión y conocimiento. Las declaraciones o afirmaciones sobre el mundo físico o visible, incluyendo las observaciones y proposiciones de la ciencia, son sólo opinión. Algunas de estas opiniones están bien fundamentadas y otras no, pero ninguna de ellas cuenta como conocimiento verdadero. El punto más alto del saber es el conocimiento, porque concierne a la razón en vez de a la experiencia. La razón, utilizada de la forma debida, conduce a ideas que son ciertas y los objetos de esas ideas racionales son los universales verdaderos, las formas eternas o sustancias que constituyen el mundo real.

El mito de la caverna describe a personas encadenadas en la parte más profunda de una caverna. Atados de cara a la pared, su visión está limitada y por lo tanto no pueden distinguir a nadie. Lo único que se ve es la pared de la caverna sobre la que se reflejan modelos o estatuas de animales y objetos que pasan delante de una gran hoguera resplandeciente. Uno de los individuos huye y sale a la luz del día. Con la ayuda del sol, esta persona ve por primera vez el mundo real y regresa a la caverna diciendo que las únicas cosas que han visto hasta ese momento son sombras y apariencias y que el mundo real les espera en el exterior si quieren liberarse de sus ataduras. El mundo de sombras de la caverna simboliza para Platón el mundo físico de las apariencias. La escapada al mundo soleado fuera de la caverna simboliza la transición hacia el mundo real, el universo de la existencia plena y perfecta, que es el objeto propio del conocimiento.

Naturaleza de las ideas La teoría de las ideas se puede entender mejor en términos de entidades matemáticas. Un círculo, por ejemplo, se define como una figura plana compuesta por una serie de puntos, todos equidistantes de un mismo lugar. Sin embargo, nadie ha visto en realidad esa figura. Lo que la gente ha visto son figuras trazadas que resultan aproximaciones más o menos acertadas del círculo ideal. De hecho, cuando los matemáticos definen un círculo, los puntos mencionados no son espaciales, sino lógicos. No ocupan espacio. No obstante, aunque la forma de un círculo no se ha visto nunca —y no se podrá ver jamás— los matemáticos y otros sí saben lo que es. Para Platón, por lo tanto, la forma de círculo existe, pero no en el mundo físico del espacio y del tiempo. Existe como un objeto inmutable en el ámbito de las ideas, que sólo puede ser conocido mediante la razón. Las ideas tienen mayor entidad que los objetos en el mundo físico tanto por su perfección y estabilidad como por el hecho de ser modelos, semejanzas que dan a los objetos físicos comunes lo que tienen de realidad. Las formas circular, cuadrada y triangular son excelentes ejemplos de lo que Platón entiende por idea. Un objeto que existe en el mundo físico puede ser llamado círculo, cuadrado o triángulo porque se parece ("participa de" en palabras de Platón) a la idea de círculo, cuadrado o triángulo.

Platón hizo extensiva su teoría más allá del campo de las matemáticas. En realidad, estaba más interesado en su aplicación en la esfera de la ética social. La teoría era su forma de explicar cómo el mismo término universal puede referirse a muchas cosas o acontecimientos particulares. La palabra justicia, por ejemplo, puede aplicarse a centenares de acciones concretas porque esos actos tienen algo en común, se parecen a, participan de, la idea de justicia. Una persona es humana porque se parece a, o participa de, la idea de humanidad. Si humanidad se define en términos de ser un animal racional, entonces una persona es humana porque es racional. Un acto particular puede considerarse valeroso o cobarde porque participa de esa idea. Un objeto es bonito porque participa de la idea, o forma, de belleza. Por lo tanto, cada cosa en el mundo del espacio y el tiempo es lo que es en virtud de su parecido con su idea universal. La habilidad para definir el término universal es la prueba de que se ha conseguido dominar la idea a la que ese universal hace referencia. Platón concibió las ideas de manera jerárquica: la idea suprema es la de Dios, que, como el sol en el mito de la caverna, ilumina todas las demás ideas. La idea de Dios representa el paso de Platón en la dirección de un principio último de explicación. En el fondo, la teoría de las ideas está destinada a explicar el camino por el que uno alcanza el conocimiento y también cómo las cosas han llegado a ser lo que son. En lenguaje filosófico, la teoría de las ideas de Platón es tanto una tesis epistemológica (teoría del conocimiento) como una tesis ontológica (teoría del ser).

Teoría política La República, la mayor obra política de Platón, trata de la cuestión de la justicia y por lo tanto de las preguntas ¿qué es un Estado justo? y ¿quién es un individuo justo?. El Estado ideal, según Platón, se compone de tres clases. La estructura económica del Estado reposa en la clase de los comerciantes. La seguridad, en los militares y el liderazgo político es asumido por los filósofos-reyes. La clase de una persona viene determinada por un proceso educativo que empieza en el nacimiento y continúa hasta que esa persona ha alcanzado el máximo grado de educación compatible con sus intereses y habilidades. Los que completan todo el proceso educacional se convierten en filósofos-reyes. Son aquellos cuyas mentes se han desarrollado tanto que son capaces de entender las ideas y, por lo tanto, toman las decisiones más sabias. En realidad, el sistema educacional ideal de Platón está, ante todo, estructurado para producir filósofos-reyes.

Platón asocia las virtudes tradicionales griegas con la estructura de clase del Estado ideal. La templanza es la única virtud de la clase artesana, el valor es la virtud de la clase militar y la sabiduría caracteriza a los gobernantes. La justicia, la cuarta virtud, caracteriza a la sociedad en su conjunto. El Estado justo es aquel en el que cada clase debe llevar a cabo su propia función sin entrar en las actividades de las demás clases. Platón aplica al análisis del alma humana un esquema semejante: la racional, la voluntad y los apetitos. Una persona justa es aquella cuyo elemento racional, ayudado por la voluntad, controla los apetitos. Existe una evidente analogía con la estructura del Estado anterior, en la que los filósofos-reyes sabios, ayudados por los soldados, gobiernan el resto de la sociedad.

Ética La teoría ética de Platón descansa en la suposición de que la virtud es conocimiento y que éste puede ser aprendido. Dicha doctrina debe entenderse en el conjunto de su teoría de las ideas. Como ya se ha dicho, la idea última para Platón es la idea de Dios, y el conocimiento de esa idea es la guía en el trance de adoptar una decisión moral. Platón mantenía que conocer a Dios es hacer el bien. La consecuencia de esto es que aquel que se comporta de forma inmoral lo hace desde la ignorancia. Esta conclusión se deriva de la certidumbre de Platón de que una persona virtuosa es realmente feliz y como los individuos siempre desean su propia felicidad, siempre ansían hacer aquello que es moral.

Arte Platón tenía una idea antagónica del arte y del artista aunque aprobara algunos tipos de arte religioso y moralista. Su enfoque tiene que ver una vez más con su teoría de las ideas. Una flor bonita, por ejemplo, es una copia o imitación de las ideas universales de flor y belleza. La flor física es una reproducción de la realidad, es decir, de las ideas. Un cuadro de la flor es, por lo tanto, una reproducción secundaria de la realidad. Esto también significa que el artista es una reproducción de segundo orden del conocimiento y, en realidad, la crítica frecuente de Platón hacia los artistas era que carecían de un conocimiento verdadero de lo que estaban haciendo. La creación artística, observó Platón, parecía tener sus raíces en una inspirada locura.

Influencia La influencia de Platón a través de la historia de la filosofía ha sido inmensa. Su Academia existió hasta el año 529 a.C., en que fue cerrada por orden del emperador bizantino Justiniano I, que se oponía a la difusión de sus enseñanzas paganas. El impacto de Platón en el pensamiento judío es obvio en la obra del filósofo alejandrino del siglo I Filón de Alejandría. El neoplatonismo, fundado en el siglo III por el filósofo Plotino, fue un importante desarrollo posterior de las ideas de Platón. Los teólogos Clemente de Alejandría, Orígenes y san Agustín fueron los primeros exponentes cristianos de una perspectiva platónica. Las ideas platónicas tuvieron un papel crucial en el desarrollo del cristianismo y también en el pensamiento islámico medieval.

Durante el renacimiento, el primer centro de influencia platónica fue la academia florentina, fundada en el siglo XV cerca de Florencia. Bajo la dirección de Marsilio Ficino, los miembros de la academia estudiaron a Platón en griego antiguo. En Inglaterra, el platonismo fue recuperado en el siglo XVII por Ralph Cudworth y otros que se dieron a conocer como la escuela de Cambridge. La influencia de Platón ha llegado al siglo XX de la mano de pensadores como Alfred North Whitehead, que una vez le rindió tributo al describir la filosofía como una simple 'serie de anotaciones de Platón'.

Neoplatonismo

Neoplatonismo, denominación colectiva de las doctrinas filosóficas y religiosas de una escuela heterogénea de pensadores especulativos que buscó desarrollar y sintetizar las ideas metafísicas de Platón sobre todo en lo relacionado con su teoría de las formas. Esta síntesis se produjo de modo especial en Alejandría con el judaísmo helenista, ejemplificado por el filósofo Filón de Alejandría, entre otras tendencias. La doctrina conservó en esencia su carácter griego. Por extensión, el término se aplicó a teorías metafísicas similares expuestas durante la edad media, el renacimiento y en épocas modernas.

La doctrina neoplatónica es una variante de monismo idealista para el que la realidad última del universo era lo Uno, perfecto, incognoscible e infinito. De este Uno emanan varios planos de realidad, siendo el nous (inteligencia pura) el más elevado. Del nous deriva el alma universal, cuya actividad creadora origina las almas inferiores de los seres humanos. El alma universal se concibe como una imagen del nous, del mismo modo que el nous es una imagen de lo Uno; de esta forma, tanto el nous como el alma universal, a pesar de su diferenciación, son de la misma sustancia, es decir que son consustanciales con lo Uno.

El alma universal, no obstante, al constituirse como un puente entre el nous y el mundo material, tiene la opción de preservar su integridad e imagen de perfección o bien de ser sensual y corrupta por entero. La misma elección está abierta a cada una de las almas inferiores. Cuando, por la ignorancia de su verdadera naturaleza e identidad, el alma humana experimenta un falso sentido de distancia e independencia, se vuelve presumida de un modo manifiesto y cae en hábitos sensuales y depravados. El neoplatonismo mantiene que la salvación de esa alma es posible gracias a la virtud de la libertad de la voluntad que le permitió elegir su camino de pecado. El alma debe invertir ese curso, trazando en sentido contrario los sucesivos pasos de su degeneración, hasta unirse otra vez con el origen de su ser. La reunión verdadera se consuma a través de una experiencia mística en la que el alma conoce un éxtasis total.

En un sentido doctrinal, el neoplatonismo se caracteriza por la oposición categórica que se plantea entre lo espiritual y lo carnal, elaborada a partir del dualismo platónico de idea y materia, oposición que se produce mediante la hipótesis metafísica de agentes mediadores, el nous y el alma universal, que transmiten el poder divino de lo Uno a todo, mediante una aversión al mundo de los sentidos, y por la necesidad de la liberación de una vida de sensaciones a través de una rigurosa disciplina ascética.





LA FILOSOFÍA EN ROMA

El romano siempre fue un hombre práctico por excelencia, quien no se preocupó demasiado por las teorías sobre el origen y constitución del universo, su gran aportación a la filosofía fue, fundamentalmente, a través de la ética, la moral y la filosofía del comportamiento humano en sociedad. Los romanos se interesaron por la filosofía en la medida en que ésta suponía una guía práctica para la vida o un manual . En esta línea se movieron tanto los tres grandes autores que configuraron lo que constituye el cuerpo de la filosofía romana (Lucrecio, Cicerón y Séneca), como otros que han resultado menos influyentes debido a la lamentable pérdida de sus obras. Los primeros intentos que se dan en Roma de algo que pueden considerarse filosofía no son sino una serie de reflexione morales. No obstante hay que reconocer que Roma experimentó muy pronto la influencia de la filosofía griega, sobre todo del Pitagorismo que se venía desarrollando en el sur de Italia y que penetró en Roma hacia finales del siglo IV. Pero no es sino tras la derrota del rey Perseo de Macedonia por obra de Paulo Emilio en la batalla de Pidna, en la que, entre otras cosas, éste se apoderó de la biblioteca de Perseo, cuando Roma descubre la grandiosidad de la civilización y cultura griega y con ella de la filosofía. Antes, incluso, se había expulsado de Roma a algunos filósofos griegos por considerarlos elementos subversivos. los filósofos griegos Carneades, Diógenes y Critolao, representantes principales de la escuela académica, del estoicismo y de la escuela peripatética de Atenas, fueron en una embajada a Roma y eso contribuyó a que el mundo romano entrara de lleno en la filosofía.

PRINCIPALES ESCUELAS FILOSÓFICAS EN ROMA.

EPICUREÍSMO.

Los epicúreos se planteaban fundamentalmente la búsqueda de la felicidad como meta final y única del hombre. No admitían la intervención de la divinidad en el día a día de los seres humanos y defendían una inhibición ante los asuntos del Estado, así como una crítica de las tradiciones. Precisamente esa defensa del apoliticismo fue lo que impidió que el Epicureísmo arraigase en Roma, a excepción de Lucrecio.

Lucrecio se proponía liberar a la humanidad del miedo a la muerte y a los dioses lo que consideraba una opresion, en su opinión las principales causas de la infelicidad humana. En sus obras busca más una finalidad instructiva que literaria. Su representación del universo como un conjunto casual de átomos que se movían en el vacío, su insistencia en el hecho de que el alma no es una entidad distinta e inmaterial, sino una aleatoria combinación de átomos que no sobrevive al cuerpo.


ESTOICISMO.

Esta doctrina filosófica, para la que el Universo está animado por una llama divina, el "Logos" o Mente, de la que tiene parte todo ser humano, y que cree que la finalidad de la vida, la felicidad, consiste en la Virtud, es decir, en la conformidad de la acción humana con las leyes de la naturaleza, que no son más que el orden divinamente impuesto al mundo, y que predica la sociabilidad natural del hombre, tuvo en Roma muchos adeptos. Hay que destacar dos importantes épocas del desarrollo del Estoicismo en Roma. El estoicismo se dividio en dos “épocas” en las que se encontraban pequeñas variaciones del pensamiento.

 Época temprana.

Es el momento de su llegada a Roma y de su implantación con la ayuda de influyentes personajes que admiraban profundamente la cultura griega.

De sus pensadores más importantes encontramos a:

 Panecio de Rodas. (184-110 a. C.), fue amigo y consejero de Escipión Emiliano. No se nos conservan obras, sino referencias en otros autores.

 Posidonio de Apamea. (135-51 a. C.) Fue profesor de grandes personalidades como Varrón, Cicerón o Pompeyo. Conocemos algo de su filosofía a través de referencias que nos dan otros autores como su discípulo Cicerón.

 Época posterior.

Culmina el desarrollo de esta doctrina filosófica, si bien pasa por circunstancias políticas adversas como la expulsión de filósofos de Roma que se llevó a cabo bajo el reinado del emperador Domiciano. Como autores más sobresalientes de este periodo tenemos:

 Lucio Anneo Séneca. (Córdoba 4, Roma 65 d. C.)

Datos biográficos. Aunque nacido en Córdoba, pasó casi toda su vida en Roma, donde recibió una esmerada educación y, por consejo de su padre Séneca el Retórico, decidió comenzar su carrera política. Tuvo problemas en tiempo del emperador Calígula y sólo su débil salud que hacía suponer que fallecería pronto, lo libró de la sentencia de muerte. En tiempo del Emperador Claudio fue, por instigación de Mesalina, desterrado a Córcega, donde permaneció ocho años, hasta que fue reclamado, a instancias de Agripina la nueva esposa de Claudio, para hacerse cargo de la educación del joven Nerón. Una vez que Nerón llegó al trono Séneca desempeñó un gran papel como consejero del emperador, siendo prácticamente él quien gobernó los diez primeros años del reinado de Nerón. Cuando el emperador empezó a prescindir de él, se retiró a la vida privada. Acusado de pertenecer a la conjura de Pisón, fue sentenciado a muerte y se suicidó, abriéndose las venas, dando con su muerte quizá el mejor testimonio de los ideales estoicos que había proclamado en vida. Su esposa Paulina quiso imitar su ejemplo y suicidarse también, pero el emperador no lo permitió y ordenó que se le restañasen las heridas.

 Producción filosófica

 Aunque Séneca cultivó también otros géneros literarios (tragedias y la sátira contra Claudio), lo más relevante de su producción literaria lo constituyen sus obras filosóficas, en las que expone el ideal de la filosofía estoica. Estas obras podemos dividirlas en cuatro bloques:

*Consolaciones: Escribió tres, dos dedicadas a amigos que pasaban por circunstancias altamente adversas, en ellas les da sabios consejos para que no les falle el ánimo; son las dirigidas a Polibioy a Marcia. La tercera es la dirigida a su madre Helvia, para confortarla de su pesar por el destierro del filósofo a Córcega. *Diálogos: Son pequeñas obras, que no son propiamente diálogos, sino ensayos sobre problemas de moral. Los temas tratados en ellos son muy variados, desde cómo debe ser la clemencia de los gobernantes, hasta cómo debe el sabio aprovechar su tiempo de ocio; los títulos de dichos diálogos son: De providentia; de constantia sapientis; de ira; de uita beata; de otio; de tranquillitate animi; de breuitate uitae; de beneficiis; de clementia.

*Naturales quaestiones. Son siete libros dedicados a Lucilio donde realiza, a la luz de la filosofía estoica, un examen de los fenómenos naturales. Más que una obra científica es un tratado filosófico en el que su propósito era encontrar en la naturaleza un fundamento para la ética estoica y exponer su concepción sobre la divina providencia.

*Epistulae morales (cartas a Lucilio). Son 124 cartas distribuidas en diez libros, que si bien tienen un destinatario al que Séneca alude en todas ellas, van destinadas a un público más amplio. Constituyen un verdadero tratado de dirección espiritual. Para Séneca la filosofía no es sólo una búsqueda desinteresada de la verdad, sino el profundo deseo de vivir conforme a la verdad y a la naturaleza. Aunque todos los hombres necesitan de la filosofía, no todos pueden dedicarse a ella; por eso es obligación del sabio enseñar a los demás. La misión del intelectual es buscar no sólo su propia perfección, sino también la de los otros. Sólo la vida de acuerdo con la verdad hace al hombre libre y semejante a Dios; idea que está muy cercana a la frase evangélica "Veritas liberabit uos".

Ideario filosófico de Séneca. Las principales ideas que dominan la filosofía de Séneca son:

*El dominio espiritual sobre los reveses de la fortuna. *Reafirmar la serena placidez del ánimo, reivindicando los tres pilares estoicos de la firmeza: alegría, prudencia y voluntad. *Desprecio por la riqueza, pero uso benefactor de ella. *Dignidad individual del ser humano sólo por el hecho de serlo. *El contenido de la existencia forma la uirtus, que es el sumo bien, valorando más el esfuerzo por conseguirla que su propia consecución. *Rechazo a la ira, la angustia y el aburrimiento. *Supremacía del alma sobre el cuerpo. *La idea de Dios como mente del Universo y de la Providencia como un espíritu divino que revive en el hombre.

Valoración literaria y pervivencia. El estilo literario de Séneca es brillante, lleno de colorido y de artificios retóricos como era propio de su formación. Ha sido muy imitado y traducido. No sólo se le admira por su estilo literario, sino ante todo por sus ideas. Séneca fue muy admirado en su tiempo; fue objeto de juicios contradictorios y decayó su simpatía con la reacción clasicista que vino tras la muerte de Nerón; pero pronto su éxito fue rehabilitado, sobre todo después que Tácito habla de su renuncia al poder y de su muerte. El cristianismo antiguo y la Edad Media lo consideraron un precristiano por haber tocado temas morales relativos a dignidad del hombre. Se le ha reprochado, a veces, la frecuente contradicción entre la elevada moral que predica en sus escritos y su vida; pero, pese a todo, su influencia ha sido decisiva en todos los grandes pensadores de Occidente.

Epicteto (50-130 d. C.) Desarrolló gran parte de su labor en Roma de donde fue expulsado por el emperador Domiciano por la opinión del filósofo a su tiranía. Escribió en griego.

Flavio Arriano. Discípulo de Epicteto, recoge sus lecciones e ideas y las publica con el título de Diatribas.

 Marco Aurelio. (161-218 d. C.) Con el cambio de los tiempos el estoicismo llegó a resurgir de nuevo en Roma y uno de sus más eximios cultivadores fue el emperador Marco Aurelio, que supo compaginar sus ocupaciones políticas y sus campañas militares con sus aficiones filosóficas cuyo reflejo transmitió a la legislación y a la administra ción del Imperio. Su obra Meditaciones, escrita en griego y siguiendo las enseñanzas de Epicteto, puede considerarse como la última obra de la filosofía estoica en la antigüedad. Recoge en ella los tópicos de la filosofía estoica, insistiendo en la idea religiosa de la providencia divina que todo lo orienta hacia el bien del universo y del hombre capaz de valorar el verdadero bien. La gran lección de este emperador filósofo fue su constante esfuerzo por acomodar su conducta pública y privada a sus convicciones filosóficas.


ECLECTICISMO.

Puede considerarse como una mezcla de las ideas de la filosofía epicúrea y estoica junto con otras tendencias filosóficas de la época como las ideas de los filósofos cínicos, incorporando a su modo de vida lo que ven que de cada una de las demás escuelas filosóficas se adapta más al carácter romano. Los autores más destacados de esta escuela son:

Marco Terencio Varrón. (116-27 a. C.).

Fue un autor polifacético que cultivó multitud de géneros literarios. En su ideario filosófico reconocía la existencia de un dios único, alma del mundo, que gobierna según la razón. Admitía que la felicidad se alcanza cuando el hombre se realiza en su totalidad y que la vida era una mezcla hecha tanto de placer como de acción. Entre sus obras de carácter filosófico destacan De philosophia y De forma philosophiae, pero lo más notable de su producción filosófica son los Logistorici, 76 libros de discusiones histórico-filosóficas que contienen diversos tratados al estilo ciceroniano: Atticus de numeris, Metellus de ualetudine, Pius de pace, etc. De estas obras se nos han transmitido fragmentos y referencias en las obras de otros autores. La influencia de la filosofía cínica la hallamos en sus Sátiras Menipeas.

Marco Tulio Cicerón. (106-43 a. C.)

Datos biográficos. Nació en Arpino en el seno de una familia acomodada pero que no tenía antecedentes en el desempeño de magistraturas políticas. Recibió una esmerada formación en Roma y la completó en Atenas y Rodas. Desempeñó todas las magistraturas políticas y durante su consulado en el año 63 descubrió la Conjura de Catilina, a la que puso fin consiguiendo la condena a muerte de los implicados, este hecho lo encumbró hasta tal punto que se le concedió el honroso título de pater patriae; pero unos años después, al llegar su rival político Clodio al tribunado de la plebe, Cicerón fue desterrado de Roma y sus bienes fueron confiscados. Con el favor de Pompeyo y de otros personajes influyentes, le fue levantado el destierro, volvió a Roma en olor de multitudes y se le restituyeron sus bienes, pero ya su estrella política había empezado a declinar. En la guerra civil entre César y Pompeyo estuvo de parte de éste, el vencedor César lo perdonó como a otros muchos, pero Cicerón, desilusionado por los acontecimientos políticos y abatido por las vicisitudes en el plano personal (divorcio de su esposa Terencia después de más de 25 años de matrimonio, nuevo matrimonio con la joven Publilia con la que parece que no consiguió vivir en armonía, muerte de su querida hija Tulia y nuevo divorcio de Publilia), se retiró de la escena política, para reaparecer, fugazmente, tras el asesinato de César y enfrentarse abiertamente a Marco Antonio, lo cual hizo que éste lo pusiera en las listas de proscritos y que fuese vilmente asesinado a finales del año 43 a. C.

Producción filosófica

 Cicerón introdujo en Roma las doctrinas filosóficas griegas, haciendo accesible a los romanos algo que hasta entonces había estado reservado a la élite culta conocedora del griego. No crea una obra original, pero su mérito reside en su capacidad de síntesis , en su claridad expositiva, la creación de una terminología filosófica de la que carecía la lengua latina. Dentro de su eclecticismo muestra una especial predilección por Platón. Sus tratados filosóficos pertenecen a dos etapas muy diferentes de su vida: una primera etapa, posterior a su vuelta del destierro, en la que Cicerón aún tiene esperanza en el restablecimiento del antiguo régimen republicano, es la época en que escribe sus *Tratados de filosofía política:

**De Re publica. Obra en seis libros, que sólo se nos ha conservado de forma fragmentaria. Expresa la síntesis idealista de su pensamiento político con una entrega total y desinteresada al servicio de la patria; como idea principal de este tratado destaca la primacía absoluta del derecho sobre la violencia. El fragmento más amplio y significativo de esta obra es el conocido como Sueño de Escipión.

**De Legibus. Cicerón sostiene aquí la existencia de una ley mora natural, grabada en el alma de los seres humanos y rectora del mundo. Cicerón funde las dos clases de justicia donde la primordial es aquella que da a cada uno lo suyo. Relaciona las leyes con el Estado, combinando la filosofía griega y el pensamiento jurídico romano.

Una segunda etapa, posterior a la victoria de César sobre Pompeyo en la que Cicerón, desengañado de la política y abatido por sus propios infortunios, escribe obras filosóficas de clara intención ética y siempre siguiendo la pauta del filósofo académico Carneades. Las obras correspondientes a esta etapa son:

Tratados morales:

Paradoxa Stoicorum, tratado de índole preparatoria a la filosofía donde defiende las tesis de los filósofos estoicos. **Hortensius, tratado concebido como invitación a la filosofía; no se nos ha conservado, pero sabemos que fue la obra que influyó decisivamente para que San Agustín se dedicara al estudio filosófico. **Academica, explicaciones sobre la teoría del conocimiento como el reconocimiento de la Verdad. **De finibus bonorum et malorum, expone las teorías de las diferentes escuelas filosóficas sobre el Bien Supremo, concluyendo que la virtud es suficiente para alcanzar la felicidad. **Tusculanae disputationes, tratado en cinco libros donde defiende la inmortalidad del alma y elimina los miedos a la muerte y al dolor. **De officiis, plantea el conflicto entre lo honesto y lo útil, llegando a la conclusión de que hay que sacrificar el interés personal ante las exigencias de la ley natural y del interés del Estado y la sociedad. **Cato maior de senectute, reflexiones sobre la vejez que da al hombre el impulso para sublimarse y espiritualizarse en el apartamiento de la política y en la búsqueda de la verdadera gloria que nace de la virtud. **Laelius de amicitia, pequeño tratado en el que pone de relieve que la verdadera amistad busca su fundamento en la moralidad pura y justifica la ternura de los sentimientos. *Tratados religiosos: **De natura deorum, refuta en tres libros la teoría de Epicuro de que los dioses aunque existen, no se preocupan de los hombres. Según Cicerón el mundo ha sido creado y está gobernado por la providencia divina como defienden los estoicos. **De diuinatione, En los dos libros que constituyen esta obra refuta las creencias de los estoicos en un arte adivinatoria.

 Ideario filosófico de Cicerón

Cicerón fue el primero en proponer una filosofía de la esperanza, del progreso y del juicio provisional. Al comprender la marcha del pensamiento como un progreso infinito hacia una Verdad que está por encima de dicho pensamiento, lo asume conciliando una filosofía de la esperanza y una experiencia de la inquietud: "la verdadera felicidad no consiste en la posesión, de suyo imposible, de la Verdad, sino en la búsqueda nunca acabada y nunca frustrada de la misma". Afirma que la virtud basta par alcanzar la felicidad, esforzándose por conciliar el respeto hacia el cuerpo y los bienes que le son propios con el primado absoluto del espíritu. Con Cicerón el lenguaje, la cultura, la gloria y la excelencia, la virtud, la educación del hombre, el deber, la amistad, el amor, lo conveniente, etc, son conceptos reelaborados y asumidos a partir de la philantropía y la paideia griegas. Estaba convencido de que todos los seres humanos poseían una chispa divina, que unía el hombre al hombre y exigía que se tratasen unos a otros con respeto mutuo. El humanismo ciceroniano es aún hoy el ideal en que se basa gran parte de a civilización actual, reconociéndole el esfuerzo por fundir en una unidad de análisis la condición humana y la educación del hombre, mediante el lenguaje, la belleza y el amor.

Valoración literaria y pervivencia

 Cicerón llevó la prosa latina a su más alto grado de perfección. Su lenguaje es de una belleza y elegancia insuperable, con una constante preocupación por usar siempre términos y expresiones de la más pura latinidad. Su figura se yergue como la cumbre más alta del Siglo de Oro de la literatura latina. Su influencia en los escritores posteriores ha sido siempre constante, acrecentándose sin cesar en la Edad Media y alcanzando su máximo nivel con los eruditos del Renacimiento, que supieron ver en él el ideal de hombre culto, brillante, humano y práctico en el desempeño de sus funciones ciudadanas y hasta tal punto lo tenían como modelo que la mayoría de escritores renacentistas se preciaban de no escribir una sola palabra latina que no hubiese utilizado Cicerón.




PLATONISMO MEDIO Y NEOPLATONISMO.


En estas escuelas filosóficas se encuentra un intento de unidad entre la filosofía platónica y aristotélica. Se trata de una postura ecléctica que da también entrada a las exigencias religiosas de tipo oriental, a elementos pitagóricos, etc.

Apuleyo (127-170 d. C.)

 Escritos filosóficos

Pese a ser muy conocido por su novela El asno de oro, no puede dudarse que Apuleyo fue un gran amante de la filosofía y como tal debe entenderse el conjunto de sus numerosas obras de contenido muy variado pero que todas ellas tienen como denominador común el reflejar la curiosidad del científico y entusiasmo del escritor filosófico. Conservamos en este campo tres tratados: *De Platone et eius dogmate. Síntesis introductoria a la física y a la ética de Platón, interesante por la transmisión de las doctrinas del platonismo medio. *De deo Socratis. En esta obra lo más llamativo es el desarrollo del problema de los "démones", esos seres misteriosos e intermedios entre los dioses y los hombres. Termina con una invitación a los lectores a abrazar la sabiduría. *De mundo. En esta obra se insiste más en la armonía del mundo que en la eternidad del mismo. En ella se distancia bastante de las doctrinas de Platón y de Aristóteles.

Los filósofos posteriores a Apuleyo se caracterizan más por la erudición que por la especulación filosófica y se les incluye dentro del Neoplatonismo. El autor más importante de esta escuela filosófica fue Boecio (480-524 d. C.) que, después de haber desempeñado las más importantes magistraturas, fue acusado por el Senado de alta traición por las relaciones que, según se sospechaba, sostenía con Bizancio, y en consecuencia fue condenado a muerte. En el tiempo que transcurrió entre su condena y su ejecución escribió una famosa obra en cinco libros titulada De consolatione philosophiae en la que nos ofrece una perspectiva madura tanto espiritual como artísticamente de su concepción del mundo. Es un diálogo entre el propio autor que espera ser ejecutado y la Filosofía personificada, que le recuerda su condición de ser dotado de una naturaleza inmortal destinada a la unión con Dios.

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